El rescate o la deuda
Son tiempos de incertidumbre. Vean a ese hombre que teclea en su móvil, como un bendito, con la intención de entrar en oficinas virtuales. Dicho ciudadano despertó de su último sueño, tal y como él afirma, oyendo las siguientes palabras: soñó mucho, no le queda crédito, pagará un rescate para que activemos su cuenta, si quiere seguir soñando.