Vago reflejo
Nada llena este vacío.
Nada es la luz sin mí.
Nada es nada sin mí.
La cabeza en el horno
cuenta las neuronas
enraizadas a la incertidumbre
de la inexistencia.
Un vago reflejo
escribe por mí.
***
Los días que tuviste terminan aquí
tras una fachada de rostros sin soles
descansas, mientras
la virgen preñada de soles
alumbra el porvenir.
***
El ojo sangrante del árbol,
el olvido con forma de látex
empujando capilares hasta
hundir la aguja.
Inyectan el contraste,
por el bosque profundo caminas
oyendo los pasos, sin ver al viejo
Chamán.
Sube por el bulbo raquídeo
cayendo el vértigo ausente
en contraste por la savia
de la conciencia vívida
sin tiempo.
***
Los días
pensados no
son soles
eternos. Arpegios
de alondras atrapadas
en campanarios
tal y como imagina.
La masa roja ciega
el frío blanco.
Olvida el tránsito, ¿quién?
Escribe el vago reflejo.
***
No pensar "no" es posible
imaginar "no": sucede profundo
contempla el bosque
de dendritas la base abierta
del cráneo. En la red escrito.
***
Un grano de sol se enfría
en la piel del tiempo. Siente la masa la fluctuación
que vibra en la percepción. Ausente
como un hueco de cielo
subliminal
en imágenes proyectado.
Mientras escribo su rostro
imposible
intuye la presencia.