Tu sola presencia

17.03.2024

Silencioso, desnudo, de soles encendido

hasta que a ti regrese mi lengua -candelabro

del suspiro hecho aliento- con la excusa perfecta

azuzando las brasas de tu fulgor eterno.

Contemplo la figura del sueño que transcurre.

Suavemente, mis manos, suspendidas del aire,

olvidan su contorno; sin intención alguna

sirven como pantalla de la imagen quebrada.

Fingiendo haber soñado la belleza sin tiempo,

que sola representas en tu efímera vida

de flor desprevenida - preludio de esperanza -

vuelvo sobre mis pasos, maldigo este poema,

la intrépida locura de confundir la imagen

con tu sola presencia, que todo lo contiene.