Son más dulces los días
Cuando vienes conmigo son más dulces los días
y no queda más tiempo, para cualquiera cosa
que no sea besarnos de manera copiosa
cayendo de las nubes sobre las alquerías,
donde hacemos reposo; tus manos son las mías,
que por ventura escriben sobre la piel la glosa,
donde nos descubrimos descubriendo la rosa
que se entrega al encanto de genealogías.
Son más dulces los días cuando vienes conmigo,
siempre sobrevolamos sobre la misma historia,
de tanto amor fecundo fecundando una estrella:
Un cuerpo luminoso que germina al abrigo
de nuestra amada lluvia, que es fiel a la memoria
del cielo enamorado donde el amor resuella.