Sin ti ahogado
18.04.2024
El bramido turquesa ocultaba tus cabellos:
desfallecía el agua acorazada de nubes,
movida por la corriente térmica de augurios,
ponía en duda tu rostro cubierto de rosas.
No había rastro que seguir y se hacía tarde,
tan cansados, vimos la llegada de la noche,
que nos llevó a la realidad beatífica,
donde el rondel de estrellas y la mano y los ojos.
Caían mis lágrimas por goteros de luz;
prendado de tus cabellos, agujereaba
la materia oscura de mi perdición, tan lejos…
embriagado sin palpar tu cuerpo inaccesible
a los sentidos; inútil tal peine sin púas
mojándome por tus cabellos, sin ti ahogado.