Sin pasaje de vuelta

07.08.2023

Atesoró, cabizbajo, pudriéndose, chorreando,

la fruta madura por la boca del llanto perdido

por los vientos del poniente. Encarcelado imaginaba


el puerto feliz con embarcaciones flotando

sin amarras en derredor del ascua encendida.


Besaba el pensamiento, reduciéndose a las cenizas,

el azogue del espejo embriagado en putrefacción

de fatídicos rostros colgando de la baba rubia


engarzándose al oro del trigal fecundado,

a golpes fraguado por los vientos del levante.


Abandonado, sin figura, con las manos vacías 

pidiendo otra oportunidad al último pensamiento.

Así terminaba: lanzando la red, desfigurado,

roto en el bolsillo, sin pasaje de vuelta embarcado. 

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