No soy terrícola

06.07.2023

No soy la absolución, ojeando el poema.

Hundo los párpados, no miento, certifico

la partida de nacimiento

en una humilde vasija

de sudor labrada.

Alcanza mi voz de sémola el vórtice ojalado;

calibra el llanto de la cebada en el horizonte.

Es inútil sollozar, no tengo vida propia.

Quien habla está oficialmente muerto.

Pero, no me preocupa, otra muerte 

en la línea del tiempo, otro punto,

-que no soy yo-

la figura soñada, el árbol, la visión, 

el límite; la forma pensada bebiendo 

el cuerpo de luz enterrado en la lluvia 

incesante de caracolas.

No amo el contorno, me aterra pensar en la eternidad sin besos.

Tengo puesta la piel del hombre común, aunque, de mí mismo

bebo y lanzo la red y aso el pescado

en la hoguera de los sentidos. Ven al hombre común,

pero, no soy terrícola.

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