Mujer
15.09.2023
Vistes la desnudez derramando pupilas
donde escribo de nuevo mis intenciones.
Son las palomas ensangrentadas de tu cabellera,
desatando la tempestad, quienes abren los cielos.
De mármol la brillante melancolía
sube por tu espalda, retira plumas,
agasajado tu cuello erguido.
Vestido con el fulgor de todos los amaneceres
donde la grácil figura del ave alumbra el porvenir,
te beso, mujer, y rueda mi vida por tu espalda
hasta caer en el socavón de tu sexo
donde relámpagos fabrican esperma.