Mediterráneo
02.10.2024
El cielo sigue azul,
aquí donde tanto nos quisimos
aún siento las branquias musicales
del pez saltarín
que alegraba nuestros corazones.
Aquí,
me detengo en la herida.
Tu rostro acrecienta mi soledad
por el recuerdo de aquella tarde
cuando divisamos las aguas azules
y la sonoridad de los besos
hacía llorar a los pinos.
Aquí,
mi corazón se detiene
por el filo del cutter
que saja resinas de pino viejo,
mientras mira embarcaciones
que se alejan de mí,
llevándote lejos.