Más allá de la medicina

Pendragon, estudiante de enfermería, "daba el pego" en el simposio. Adoptando la pose de un facultativo, todo lo anotaba, incluso, si el conferenciante "emitía" un estornudo, ponía una onomatopeya.

Calisto, un psiquiatra, fue quien lo invitó a la conferencia y le dio en mano el díctico. Más allá de la medicina: nuevos enfoques en los cuidados del paciente. <<Sugerente título. Muy interesante>> dijo el Doctor.

La conferencia llegaba a su fin. Calisto sonreía y, de vez en cuando, lanzaba un suspiro, como si quisiera cerrar la boca del orador. Por otra parte, Pendragon seguía de cerca los movimientos de la doctora, sentada al lado suyo, y aspiraba el suave perfume. Se trataba de una mujer madura, muy atractiva, de una rotunda belleza. Sus cabellos oscuros incitaban la pasión del estudiante.

Pendragon salía de la sala de actos, cuando corrió tras de él el psiquiatra. <<Espera chico.>> Se acercó. Detenidos los dos en el umbral de la puerta, se miraron. La mujer los miraba desde el interior del salón. La complicidad animaba los gestos de Calisto.

El aspirante a enfermero casi se derrite al oír aquella voz tan seductora, que le decía al oído <<en la vida siempre hay algo más. Te voy a presentar a Montse. Necesita los cuidados que están más allá de la medicina, más allá de un pobre servidor.>>