Errabundo
28.05.2025
A mi pesar, escribo con desdén:
ilumino al peón de la memoria,
dócil, sin bayoneta atrincherado,
tal sollozo febril de las entrañas.
Servidor de los días, errabundo,
con fervor persiguiendo la fortuna,
pajarito lanzándose a los sueños
volubles, alejados del presente.
Tanto me ruega el triste ilusionista
que tengo que escribir por sus sofocos,
sobre las estaciones del derribo.
Por compasión, complazco al personaje
que atrapado en un cuerpo tanto sufre,
sin nada, dando tumbos por quimeras.