La cruz
13.08.2024
Al límite me entrego.
Hasta la extenuación camino solo,
casi sin fuerzas brego;
mi miseria estercolo,
mi carne en el espíritu acrisolo.
Herido por la lanza,
en el altar imploro fortaleza;
mi esfuerzo nunca alcanza,
soy flojo, y mi flaqueza
me impide amar desnudo sin certeza.
Sobre mí, sobre todo
amo al cálido orfebre de mis días:
Jesús. Sin acomodo,
persiguiendo utopías,
me esfuerzo renunciando a cosas mías.
Y persigo el amor.
Aunque la sombra soy por una herida,
quiero ser el cantor
encontrando la vida,
entregada en la cruz y florecida.