Fragmentos oníricos
15.09.2023
I -Habla un dios despejado-
Bien podría decir, en la momentánea lucidez del alcohol o en un pedete lúcido, como alegremente dijo Juan Echanove en una famosa serie, descendiendo del globo como si fuese un paracaídas, que vuestros designios son órdenes para mí, mientras hablo de la fatal condena: la muerte y la destrucción.