El rescate o la deuda
Son tiempos de incertidumbre. Vean a ese hombre que teclea
en su móvil con la intención de entrar en el casino online. Dicho ciudadano
despertó repentinamente viendo el mensaje en la pantalla: no le queda
crédito. Si quiere seguir soñando, pagará la deuda.
—Al fin y al cabo, qué aportan los sueños a mi vida. —Se dijo mientras entraba por la autovía con el camión. Pronto estaría de vuelta. Jamás la había dejado sola más de una semana.
Caía la "tromba de agua" y detenido en el arcén tuvo un presentimiento. Hipnotizado por el limpiaparabrisas, pensó que se había alargado más de la cuenta la ruta por Europa. —Además la lluvia... No es que tenga mucha suerte. —se decía.
Su mujer se encontraba en apuros. Estando él ausente no soñaba; peor aún, no podía dormir.
Por un golpe de suerte volvió la cobertura. <<Sí, soy yo. ¿Cómo? ¿No me diga? ¿En qué Hospital? Vale, iré lo antes posible... Cuando pare la lluvia.>>
A su mujer le hicieron el lavado de estómago. Pobre hombre: acercándose a ella con la indecisión de la rana que se hunde en el fango vio los tubos que salían por la nariz. —Paga la deuda y deja el juego, ¡por el amor de dios! —Le dijo ella.
¿Cómo después de tragar medio bote de somníferos fue al garaje para lavar con la manguera el coche? Y en su estado… ¿A quién se le ocurre? Dejó el grifo abierto y el agua subía ya un palmo. Suerte que cayó desmayada sobre un sofá. Y más suerte aún porque enseguida dio la voz de alarma el vecino.
Con este relato presentamos la desdicha de un matrimonio. Con el marido intercambiamos mensajes de texto. Aprovechamos que se quedó sin cobertura para interceptar su móvil. Somos los Señores del Karma. Vestimos con levita negra de nailon y camisa blanca, y llevamos sombrero de copa.
—Estamos aquí para informarle.
—Sí, sí, quiero pagar la deuda.
—¿Para seguir jugando?
A esta pregunta no supo qué contestar.
—Esto es un rescate y estamos dispuestos a saldar todas sus deudas. Solo escuche con atención: con los sueños no se juega. Soñar es algo muy serio. No se sueña para huir de la realidad e ir a buscar la fortuna. Usted es afortunado por tener una familia. Cuídese y cuídela. Verá que opera el cambio en su vida. No vuelva a entrar en el casino online. Siga nuestros consejos, que nosotros nos ocupamos del futuro. Todo está en orden.
<<Todo está en orden, todo está en orden.>> Repetía dando cabezadas, mientras con la mano sujetaba el móvil. << ¡Oiga! ¡oiga! ¡Entra a quirófano su mujer!>> Oía los gritos del auxiliar, que lo sacudía despertándolo. << ¿Qué? ¿Cómo? Ah, dígame, dígame.>> << Pues eso, que ya entra a quirófano. ¿Quiere entrar con ella?>> Temblando cogió el batín. Le costaba horrores ponérselo. << ¡Qué patoso!>> Pensaba el auxiliar al ver la torpeza inaudita del primerizo papá.
Le hicieron la cesárea a su mujer y dio a luz un niño. Cuando el hombre vio al fin a su hijo, sintió en sus vísceras que soñaría siempre con hacerlo feliz.
Todo sigue su curso. En el registro akáshico introducimos el informe, que terminamos de redactar, cuando son las cuatro y veintiún minutos del día nueve de abril de dos mil veinticinco.