Dulce pena
15.08.2024
Arrullan en mi pecho
las oscuras palomas del ocaso;
me llaman y deshecho,
muy lentamente paso
por la estrecha agonía del fracaso.
Pena del alma, oscura,
germinas abrazando mis raíces;
es hermosa tu altura,
con lágrimas bendices
las heridas, besando cicatrices.
Encuentro en tu belleza
la fuente inagotable del Querido,
que me da la firmeza
del rezo, donde pido:
Llegar a ver el templo reconstruido.
Dulce pena del alma
que de noche me llevas a otra orilla;
cuando reina la calma
y está firme la quilla,
tú me avientas moviendo la barquilla.