Convite

10.12.2024

Tal vez muera esta noche o puede que no, ¿a quién le importa?

En todo caso, sufro; sin tu presencia, no soy visible

y me duele habitar, de forma extraña, como carcoma,

el cuerpo del pecado, la lenta muerte: secreta urdimbre

de extática agonía, sin saber nada. Yo, pobre sombra,

te suplico, Dios mío: quiero ser tuyo, como un derviche,

bailando para ti, junto a la fuente de aguas sonoras

que nace en tu costado. Yo, tan cobarde, me siento triste;

pensando que te pierdo, temo perderme por tus alforjas

donde a salvo me guardas, donde el pan llevas a tu convite.

Utilizamos cookies para permitir un correcto funcionamiento y seguro en nuestra página web, y para ofrecer la mejor experiencia posible al usuario.

Configuración avanzada

Puedes personalizar tus preferencias de cookies aquí. Habilita o deshabilita las siguientes categorías y guarda tu selección.