Ausencia
22.10.2024
Una honda tristeza empapa los pañuelos:
blanca noche donde duerme la madrugada,
suspendida en la gracia de los árboles
que diseñan la finura de los rostros.
Un rotundo vacío acaricia los horizontes,
amando afanosamente e indagando el paisaje;
olvidando el camino que lleva a la separación
de los seres coronados por la despedida.
El contorno de las manos sostiene el silencio,
plegado a una lengua falta de palabras
que pudieran nombrarte.
Y un poema, semejante al fuego azulado,
se asoma a la certeza del amor,
con su mirada ausente.